Hay personas que piensan que hacer la Voluntad de Dios es suficiente, pero se olvidan de que lo que soprende a DIOS es cuando hacemos todavía más de lo que nos fue mandado…
“¡¡¡YO QUIERO MÁS!!!” – este fue el grito mudo del ex-endemoniado gadareno. Ya había experimentado el extremos sufrimiento, de vivir en cementerios, sucio, y loco, por eso quería a la Persona que lo había liberado y restaurado a la vida. Él, además de haber sido porquero, también había sido un “cerdo”, por eso no aceptaba continuar con aquella vida.
Estaba deseoso de dejar todo, a su familia, seres queridos, y partir porque sabía que, junto al Señor Jesús, estaría bien en cualquier lugar. El ex-endemoniado comprendió que ya no pertenecía más a nadie, sino al Espíritu Santo, y si Él se preocupa incluso con cada pelo que tenemos en nuestra cabeza, imagina entonces con nuestro presente o futuro.
“Pero Jesús no se lo permitió, sino que le dijo: Vete a tu casa, a los tuyos, y cuéntales cuán grandes cosas el Señor ha hecho por ti, y cómo tuvo misericordia de ti. Y él se fue, y empezó a proclamar en Decápolis cuán grandes cosas Jesús había hecho por él; y todos se quedaban maravillados.” (Marcos 5.19-20)
El Señor Jesús, cuando entró en la barca, encontró al gadareno, esperándole ansiosamente. Quería quedarse al lado de Jesús, pero Él no permitió que elgadareno Le siguiera, pues no lo vio u oyó con los ojos físicos, sino con los del espíritu.
Por este motivo, le ordenó que fuera con los suyos, y anunciara todo lo que Señor hizo por él. Con todo, aquel ex –endemoniado sería el primer misionero del Señor Jesús en la faz de la tiera, porque optó por no escuchar a lo que las voces a su alrededor decían, sino que dio a todos la oportunidad de Salvación.
El Señor Jesús hizo Su parte y el gadareno la suya, pues hizo más de lo mandado, y no se lo contó solo a sus familiares, fue a Decápolis (diez ciudades) y ganó almas sin precedentes. Él se hizo uno de los Discípulos de Cristo, glorificando, a través de su testimonio, el Nombre del Propio Dios, mucho más que lo que el Señor le propuso. O sea, el dio el “cambiazo” al diablo, mostrando, completamente, lo opuesto a lo que había sido.
¿Y de qué forma damos el “cambiazo” al diablo?
-A quien hicimos llorar, hacemos sonréir;
-A quien humillamos, exaltaremos;
-A quien avergonzamos, haremos que se enorgullezcan.
-A quien hicimos llorar, hacemos sonréir;
-A quien humillamos, exaltaremos;
-A quien avergonzamos, haremos que se enorgullezcan.
Esta es la verdadera forma de mostrar que tu vida es el reverso de lo que fue antaño, y que tu no sólo eres grato al Señor Jesús, como también deseas que otros conozcan y disfruten de esta misma oportunidad, o sea: ¡VAS MÁS ALLÁ!
Obispo Julio Freitas
Obispo Julio Freitas